
La tecla Escape (ESC para los amigos), inventada por Bob Bemer en 1960, como solución al problema de cambiar de un código informático a otro, en una época donde los estándares eran casi inexistentes, se convirtió en una forma de interrumpir un programa en las PCs modernas.
Quizás, con el advenimiento de los dispositivos móviles y otras formas de interacción con las TICs los teclados van a su extinción. Pero el concepto atrás de su materialización en una simple tecla siempre estuvo presente (inclusive antes de su invención) y siempre lo estará.
A Albert Einstein le atribuyen la máxima: «Si sigues haciendo las mismas cosas, seguirás obteniendo los mismos resultados».
Para cambiar lo que hacemos (mal) necesitamos apretar «Escape». Interrumpir el proceso y buscar una solución diferente.
Ahí empieza todo. En el momento que hacemos la pausa para reflexionar.
Todo lo que encuentres en este Blog (de una forma u otra) esta «tocado» por esa idea. Tratar de «salir de la caja» y hacer (por mínimo que parezca) algo distinto.
Más información:
https://www.nytimes.com/2012/10/07/magazine/who-made-that-escape-key.html
Imagen:
flyingmouse365.com